La continuidad de los proyectos culturales en entornos rurales

UNA CLAVE DIBUJADA AL FRESCO
Fue a través de El Cubo Verde que nos llegó la convocatoria de un encuentro en Plasencia llamado como nuestro proyecto: “Al fresco”. Cuando pensamos en Al Fresco, para nosotras es precisamente eso: un lugar de encuentro; un lugar sencillo, un espacio de confianza para compartir, una forma de habitar el mundo. El colectivo IMAGO BUBO organizaba el II Encuentro de Cultura y Cine en el Mundo Rural con una programación de cinco días de cine y charlas que invitaba a encontrar la simbiosis entre lo rural tradicional y lo rural contemporáneo. El evento pretendía “pensar y re-pensar las políticas culturales de las zonas rurales”.  Nuestra curiosidad no dejaba espacio para la duda, debíamos asistir.

Allí, nos cuentan que el origen está en el proyecto de fotografía y vídeo de IMAGO BUBO que reunió a David G. Ferreiro y Amparo Moroño a raíz de El Cubo Verde. «AL FRESCO -aclara David- surge del querer reflexionar más allá de la producción. Siempre estamos haciendo y haciendo cosas pero creemos que a veces es importante pararse a pensar. Por eso surgen las charlas de los proyectos como modo de compartir experiencias y el cine de verano como un espacio audiovisual que invita a la reflexión y al diálogo.” «Y que también se pueda mostrar a los demás que es posible hacer este tipo de proyectos”.

Y si de compartir experiencias se trata, nosotras sentimos la necesidad de narrar lo que pudimos aprender de nuestros compañeros y compañeras durante este fin de semana.

Iniciativas que se juntan AL FRESCO

cAnicca fueron los primeros en presentarse. “Mejorando la madriguera” es el nombre de su proyecto en Hernán Pérez (Cáceres). “Todo se hizo en la calle, en un tenderete”, explican Carlos Muñoz y Thais Ibarrondo . Expertos en urbanismo, trabajan para que los espacios públicos sean lugares amables, creados desde el diálogo con sus habitantes.
El resultado del proceso en Hernán Pérez ha sido la redacción de un informe técnico con recomendaciones para las actuaciones urbanísticas en el municipio, basadas en las necesidades y los deseos de sus pobladores. Destinado al gobierno local, sus efectos están por llegar.
Underground Arqueología acumulan una amplia trayectoria de trabajo por el patrimonio cultural. Sus inquietudes les han llevado a crear SOPA, Congreso Internacional sobre Educación y Socialización del Patrimonio en el Medio Rural, cuya primera edición se celebró en Malpartida de Cáceres, en septiembre de 2013. Desde entonces han viajado por España y Latinoamérica proponiendo distintas formas de ver, tratar y considerar al patrimonio rural como generador de riqueza.
Convencidos de la innovación, los mapeos colectivos, el cine documental, el protagonismo de actores y espacios fuera del circuito académico, los formatos de reunión propicios para el diálogo y los safaris urbanos son algunas de las herramientas que emplean para la visibilización del patrimonio de forma participativa. “Los congresos SOPA son en realidad festivales expandidos” afirman Sabah Walid y Juanjo Pulido. De ellos han surgido, entre otras cosas, un Archivo Femenino de las Memorias Comunes.

Proyectos Artísticos Casa Antonino nació de una historia muy personal. “Somos de los lugares a los que llegamos, somos de las huellas de quienes nos han precedido, somos los paisajes que hemos vivido o imaginado”, puede leerse en la presentación de su web. Desde esta perspectiva de living landart se vertebra la propuesta de PACA para las residencias artísticas en una casería de Veranes (Gijón) que es también el hogar de Virginia y Giovanni.  “Nuestra convocatoria es muy abierta, no es necesario llegar conociendo el lugar ni producir ninguna obra antes de marcharse” dice Virginia. Su propuesta es tremendamente respetuosa con los vecinos, pues entienden que la responsabilidad colectiva es el factor imprescindible para que este tipo de acciones fortalezcan los lazos afectivos e intelectuales de las personas con los territorios.

Jornadas de arte en el Cortijo  es un proyecto de residencia artística de corta duración que surge en 2014. Pretende ofrecer un espacio/lugar de encuentro, diálogo y reflexión para desarrollar artísticos en torno al contexto social, natural y espacio público de Navas de San Juan (Jaén).
Antonio José López es el promotor del proyecto. Artista originario y habitante intermitente de ese municipio, cuenta que sus paisanos son gente muy abierta y acogedora, y esta característica ha transformado el proyecto: la idea inicial era ofrecer el cortijo de su abuelo como alojamiento y lugar de trabajo para los artistas, pero la repercusión que tuvieron los primeros trabajos planteó la necesidad de trasladarse al centro del pueblo.

El Cerro Gallinero es un centro de producción en Hoyocasero (Ávila) que acoge las intervenciones de artistas interesados en este paisaje abierto al descubrimiento de cualquier espectador. “La única condición para participar es conocer el terreno, porque el espacio dicta al artista qué hacer”, dice Carlos de Gredos. Residente del municipio, Carlos fue el primer artista en producir una obra de carácter permanente en el lugar. Y a partir de ahí, invitar a otros artistas para la creación en torno a la magia de la colina. “Conseguir que con piedras, lajas, rocas, seamos transportados por el cielo, nos quede el retrato de un amigo, o nos podamos poner un collar con perlas de agua, son algunos de los privilegios de este Cerro”.

El compromiso de SER LUGAR

Conocer estas iniciativas nos hizo pensar, inevitablemente, en la relación entre cultura, arte, entorno rural y política, conceptos indisolubles. Para David, quien nos habla en nombre de todo IMAGO BUBO, los entornos rurales son entornos un poco olvidados culturalmente. Si separas la cultura de la política estas creando una cultura vacía. Pero es importante aclarar que por política no nos referimos a los partidos políticos sino a todo eso que es creado por el pueblo, por la sociedad”. El propio arte de “crear algo” se hace en un contexto determinado y siempre se vinculará con lo social y lo personal. Es importante recordar que toda la cultura rural surge de la política. Las manifestaciones artísticas y culturales en el mundo rural siempre responden a determinadas necesidades políticas que se expresan a través de estos medios”.
“Es necesario que haya una continuidad”, recalca David. “Si realmente se quiere hacer un proyecto participativo lo primero es habitar un lugar, sentir a la gente como propia y luego comenzar un proyecto. Si no hay confianza y no se crean lazos no se podrá crear algo genuinamente participativo. Hay que pararse a escuchar y, para escuchar de verdad, es necesario habitar permanentemente un lugar”.

No son casualidad, además, las palabras que Virginia (PACA) comparte, haciendo referencia al máximo rigor que se requiere en las prácticas participativas: “Ese compromiso de habitar el lugar con continuidad, con esa intención de ser lugar”. Una reflexión que encaja perfectamente con nuestras inquietudes. A casi dos meses de haber llevado a cabo el Museo Efímero en Villarejo de Salvanés, siguen intactos los deseos de continuar con este proyecto y que a la vez son la manifestación del compromiso que adquirimos.

Sin duda, como rezaba en su programa de mano: “¡Creemos en las noches Al Fresco.

FOTOGRAFÍAS CORTESÍA DE IMAGO BUBO